Ghislaine Vanderpert
http://www.ghislaine-vanderpert.fr
Ghislaine VANDERPERT nació en Normandía y emprendió su carrera artística ya en 1981. Vivió durante unos quince años en la Provenza antes de volver a Normandía y devolver a la región el valor garantizado de sus hermosas y bien ejecutadas pinturas arraigadas en la tradición.
La artista se dio a conocer gracias a su asistencia a la Escuela de Bellas Artes de Ruán, a sus primeras exposiciones en Ruán y sus alrededores, y posteriormente en toda Francia y en el extranjero. Es conocida por el encanto de su realismo que, con el paso de los años, ha mejorado y se ha acentuado con un elegante uso del trampantojo. El efecto es sorprendente por su originalidad, poco habitual e indicativo de un don particular.
Como gran especialista en esta técnica, Ghislaine Vanderpert la combina ahora con perfectas reproducciones de objetos de la vida cotidiana, a lo que añade sorprendentes y delicados pliegues de telas y revoltijos de encaje arrugado, dentro de un marco cálido y familiar.
Y no hay que olvidar su destreza con los símbolos y la expresión de un humor agradable, mientras brillan los reflejos y se ciernen sombras delicadas o difuminadas de polvo tranquilizador. Todo ello está plasmado en un estilo en el que se da prioridad a los colores puros, y en una atmósfera de tranquilidad y humanidad. La aparente sencillez, el juego de perspectivas y todo el decoro no expresan más que el placer y la admiración por esta artista de alto nivel, de corazón cálido, fiel a su arte y profundamente humanitaria.
La artista se dio a conocer gracias a su asistencia a la Escuela de Bellas Artes de Ruán, a sus primeras exposiciones en Ruán y sus alrededores, y posteriormente en toda Francia y en el extranjero. Es conocida por el encanto de su realismo que, con el paso de los años, ha mejorado y se ha acentuado con un elegante uso del trampantojo. El efecto es sorprendente por su originalidad, poco habitual e indicativo de un don particular.
Como gran especialista en esta técnica, Ghislaine Vanderpert la combina ahora con perfectas reproducciones de objetos de la vida cotidiana, a lo que añade sorprendentes y delicados pliegues de telas y revoltijos de encaje arrugado, dentro de un marco cálido y familiar.
Y no hay que olvidar su destreza con los símbolos y la expresión de un humor agradable, mientras brillan los reflejos y se ciernen sombras delicadas o difuminadas de polvo tranquilizador. Todo ello está plasmado en un estilo en el que se da prioridad a los colores puros, y en una atmósfera de tranquilidad y humanidad. La aparente sencillez, el juego de perspectivas y todo el decoro no expresan más que el placer y la admiración por esta artista de alto nivel, de corazón cálido, fiel a su arte y profundamente humanitaria.
André RUELLAN, crítico de arte
