Jacqueline Lemaitre
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Si, entre las distintas técnicas pictóricas, la acuarela siempre ha tenido dificultades para ser reconocida como un arte propio y forjarse una reputación, Jacqueline Lemaitre demuestra brillantemente que es posible aliar el talento excepcional de los grandes acuarelistas del pasado con el presente. Tras experimentar con el óleo, eligió la acuarela como medio de expresión. Originaria de Cherburgo (Normandía), ha expuesto a nivel regional durante casi treinta años, pasando más recientemente a exposiciones nacionales e internacionales. Su carrera le ha valido numerosos premios, lo que demuestra la calidad y la singularidad de su creación.
Entre la figuración y la abstracción, la obra de Jacqueline Lemaitre nos ofrece una oportunidad de evasión. Muy a menudo inspirada por el mar, la artista nos lleva a un viaje de descubrimiento, abandonando la realidad e invitándonos a entrar en un "mundo palpable" impecablemente reinventado y soñador. Y, sin embargo, es un mundo que sigue siendo posible y muy tangible, porque los sujetos son siempre reconocibles. A la manera de grandes artistas como Georgia O'Keeffe, la pintora ofrece una visión nueva y muy imaginativa de la vida, mientras que la acuarela le permite (mejor que cualquier otro medio) transmitir este enfoque poético con pigmentos coloridos y fluidos. Las composiciones originales quedan así realzadas y tienden a la deseada abstracción formal. Los cuadros resultantes presentan hermosos campos de colores intensos, que se transforman gradual y sutilmente en efectos de transparencia y luz, y sus composiciones equilibradas ponen de relieve el dibujo subyacente, muy presente y estructurado.
Jacqueline Lemaitre es una de esas raras artistas que, con originalidad y una técnica irreprochable, consiguen transmitir en su obra el ímpetu vital y la emoción que les mueve. Esto es para trascender mejor la visión de un mundo regido por la armonía, que abre las puertas a un sinfín de posibilidades.
Entre la figuración y la abstracción, la obra de Jacqueline Lemaitre nos ofrece una oportunidad de evasión. Muy a menudo inspirada por el mar, la artista nos lleva a un viaje de descubrimiento, abandonando la realidad e invitándonos a entrar en un "mundo palpable" impecablemente reinventado y soñador. Y, sin embargo, es un mundo que sigue siendo posible y muy tangible, porque los sujetos son siempre reconocibles. A la manera de grandes artistas como Georgia O'Keeffe, la pintora ofrece una visión nueva y muy imaginativa de la vida, mientras que la acuarela le permite (mejor que cualquier otro medio) transmitir este enfoque poético con pigmentos coloridos y fluidos. Las composiciones originales quedan así realzadas y tienden a la deseada abstracción formal. Los cuadros resultantes presentan hermosos campos de colores intensos, que se transforman gradual y sutilmente en efectos de transparencia y luz, y sus composiciones equilibradas ponen de relieve el dibujo subyacente, muy presente y estructurado.
Jacqueline Lemaitre es una de esas raras artistas que, con originalidad y una técnica irreprochable, consiguen transmitir en su obra el ímpetu vital y la emoción que les mueve. Esto es para trascender mejor la visión de un mundo regido por la armonía, que abre las puertas a un sinfín de posibilidades.
Francine BUNEL-MALRAS, Historiadora del Arte
