Alain TRIBALLEAU

Si me preguntaran qué es lo realmente agradable y emocionante de mi trabajo como peregrino de las paredes de las galerías, diría que hacer descubrimientos. No es algo automático: deambulando por galerías y salones, poco a poco, algo destacará, captará la atención y finalmente parecerá evidente, aunque sea fruto de la paciente creatividad de un artista, sea cual sea la disciplina que practique. Cuando era más joven, escuchaba conversaciones sobre críticos experimentados que, barriendo pedestales y rieles de cuadros en pocos minutos, encontraban al genio del mañana. Qué suerte!

Aunque ya conocía sus obras, aún no había tenido el placer de escribir sobre el gran talento de Alain Triballeau. Este profesor de artes plásticas expone desde hace unos años sus esculturas y cerámicas en varias galerías de arte y salones de renombre. Ha obtenido notables premios por sus esculturas que delatan su dominio del Raku por su autenticidad, que a su vez se ve magnificada por la brillantez de su imaginación y la sorprendente audacia formal del artista en términos de color y pureza.

El enfoque de A. Triballeau no tiene nada que ver con el dominio del craquelado. Su reflexión le ofrece la singularidad de su arte, es decir, la pluralidad de las formas, que a menudo se inspiran en la naturaleza. La aparente densidad de esta alianza da lugar, sin embargo, a la creación de valiosos espacios misteriosos en el corazón de estas piezas, que son obras refinadas forjadas en el fuego y el alma.