José Zanni
José Zanni nació en Córcega en el seno de una familia de artistas, y es totalmente autodidacta. Su receptividad al arte fue visible desde muy pronto y, desde 2001, su carrera se ha visto salpicada de exposiciones individuales y colectivas y de varios premios y distinciones. Su repertorio de obras sigue creciendo, y demuestra claramente una profundización de su creación, así como un deseo de desarrollar un sentido innato de la estética en la pintura.
Artista figurativo al principio, José Zanni evolucionó en su forma de reproducir el mundo y decidió explorar la naturaleza dividiéndola en triángulos. Es lo que llama su "período geométrico", durante el cual presenta formas puras y cuidadosamente dibujadas según su método de división poligonal para estilizar sus temas. No se trata de una mera reducción ni de una ruptura formal del estilo cubista. El tema surge simplificado, sin que por ello se haya eliminado la profundidad o el volumen. Las composiciones rítmicas muestran un dinamismo poco común. Gran colorista, amante de los colores puros y de los efectos de luz, José Zanni reinventa, con una gama de matices muy personal, un mundo onírico trascendental que se nutre de sus pasiones.
Alcanzada esta etapa, parecía inevitable que el pintor cayera en la última tentación de la abstracción. Su última etapa aborda este estilo con una serie de monocromos azules. La realidad formal está a veces ausente para dar paso a un juego sutil y dinámico entre las texturas presentes en el medio pictórico y las deslumbrantes vetas de luz blanca. Éstas ofrecen al artista infinitas posibilidades de exploración. Esta creación sugiere una cuarta dimensión, fuera del espacio y del tiempo, y que da lugar a pinturas basadas en la armonía, a la manera de la Abstracción Lírica de Kandinsky, con el objetivo de revelar la emoción creativa del artista.
Dotado de una extraordinaria y productiva creatividad, José Zanni desarrolla un novedoso lenguaje estético en busca de lo absoluto, un lenguaje que sin duda depara muchas más sorpresas.
Artista figurativo al principio, José Zanni evolucionó en su forma de reproducir el mundo y decidió explorar la naturaleza dividiéndola en triángulos. Es lo que llama su "período geométrico", durante el cual presenta formas puras y cuidadosamente dibujadas según su método de división poligonal para estilizar sus temas. No se trata de una mera reducción ni de una ruptura formal del estilo cubista. El tema surge simplificado, sin que por ello se haya eliminado la profundidad o el volumen. Las composiciones rítmicas muestran un dinamismo poco común. Gran colorista, amante de los colores puros y de los efectos de luz, José Zanni reinventa, con una gama de matices muy personal, un mundo onírico trascendental que se nutre de sus pasiones.
Alcanzada esta etapa, parecía inevitable que el pintor cayera en la última tentación de la abstracción. Su última etapa aborda este estilo con una serie de monocromos azules. La realidad formal está a veces ausente para dar paso a un juego sutil y dinámico entre las texturas presentes en el medio pictórico y las deslumbrantes vetas de luz blanca. Éstas ofrecen al artista infinitas posibilidades de exploración. Esta creación sugiere una cuarta dimensión, fuera del espacio y del tiempo, y que da lugar a pinturas basadas en la armonía, a la manera de la Abstracción Lírica de Kandinsky, con el objetivo de revelar la emoción creativa del artista.
Dotado de una extraordinaria y productiva creatividad, José Zanni desarrolla un novedoso lenguaje estético en busca de lo absoluto, un lenguaje que sin duda depara muchas más sorpresas.
Francine BUNEL-MALRAS, historiadora del arte
