Domalas

Pintor de corazón desde su infancia, Domalas siempre ha estado fascinado por la indescriptible poesía que la naturaleza ofrece al ojo, y nunca ha dejado de explorar y expresar el mundo natural en sus obras de arte, en escenas que van desde las nieblas de su región natal de Lorena hasta los grandiosos efectos claroscuros de su península adoptiva de Cotentin. Antiguo alumno de la Escuela de Artes Decorativas de Estrasburgo y de la École Estienne de París, la carrera creativa del artista ha estado tachonada de premios y distinciones, pero lo que llama la atención es su ejemplar trayectoria artística, que siempre ha estado guiada por el deseo de captar la luz, capaz de trascender la naturaleza y aportar una dimensión espiritual y divina a su obra.
Domalas no se contenta con pintar paisajes; los revela para exaltarlos y hacerlos moverse con gran sensibilidad al ritmo de su alma artística. Se convierten en transfiguraciones de la realidad objetiva, o "facetas sublimes de la mente", como explica el artista, revelando una extraordinaria capacidad para plasmar - tanto en acuarelas como en óleos - la exquisita belleza que la naturaleza nos ha legado.
En la acuarela, que es una técnica particularmente difícil y que no deja ningún margen de error, Domalas sobresale en la transmisión de efectos de luz gracias a sus pigmentos extremadamente fluidos con los que juega el agua. En el óleo, el artista maneja hábilmente el cuchillo en las pinturas de composición abstracta, a las que añade gruesas pinceladas de color de una paleta muy rica para permitir que los motivos figurativos emerjan gradualmente.
Este es un arte de la pintura que puede ser descrito como "metamorfosis espiritual poética".

Francino BUNEL-MALRAS, Historiador de Arte