Philippe Michel
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El pintor y dibujante autodidacta Philippe Michel, de Caen (Normandía), desarrolló desde muy joven la pasión por el dibujo, imitando a su padre, que era un pintor aficionado. Este implacable dibujante puede presumir de haber producido una importante colección de dibujos en grafito, que incluye una serie particularmente notable y sensual de desnudos femeninos de modelos en vivo. Fascinado por el color, es natural que posteriormente se haya volcado al óleo y al acrílico, técnicas que practica regularmente desde 2012. Una reciente exposición individual celebrada en Bayeux recorre la carrera de este artista atípico.
En su arte figurativo, Philippe Michel transpone meticulosamente sus temas con audacia y sensibilidad. Ningún movimiento escolar o pictórico le ha inspirado. Un observador astuto, estudia sus temas cuidadosamente. Su arte consiste entonces en elegir deliberadamente abolir la realidad estricta para dar rienda suelta a su imaginación, que revisa la realidad para trascenderla. Porque el mundo pintado por Philippe Michel es un mundo muy tangible en el que no se inventa nada, desde las vistas de Caen y sus desfiles ecuestres hasta las colecciones de plantas, las vistas de los balcones y los jardines llenos de insectos y pájaros. Philippe Michel maneja el pincel con tanta facilidad y precisión como el lápiz de grafito. Sus composiciones son animadas, cualquiera que sea el punto de vista adoptado. Su pincelada es rápida y segura, y su estilo notable por su poder expresivo. Lleno de una luz suave, sus pinturas cobran vida gracias a su juiciosa elección de la paleta, que combina tonos armoniosos y diversos.
La obra de Philippe Michel es atractiva tanto por la sinceridad de la fértil creación del autor como por su deseo de renovación para retratar su realidad poética.
Francine BUNEL-MALRAS, Historiadora de Arte
